El mundo del periodismo leonés se encuentra de luto en este día. El histórico corresponsal, Pery Lechuga, nos dejó el pasado domingo a la edad de 79 años, tras una larga batalla contra la enfermedad. Aunque su nombre real era Pedro Lechuga, en toda la región se le conocía cariñosamente como Pery. Era una figura venerada en la mitad sur de la provincia de León, y su presencia era prácticamente obligatoria en cualquier evento en su comarca.
Pery Lechuga se destacó en el periodismo, especialmente en el género de sucesos. Su nombre estaba íntimamente ligado a La Crónica de León, aunque también colaboró con otros medios como Onda Cero, y fue un valioso colaborador en los primeros días de La Nueva Crónica.
Aunque nació en Jaén, Pery se estableció en Valencia de Don Juan, donde formó su familia y pasó la mayor parte de su vida. No se limitó a ser el cronista de esta localidad, sino que se convirtió en una parte activa de la historia de la provincia de León. Fue uno de los corresponsales más veteranos reconocidos por la Diputación Provincial, en una época en la que su trabajo era fundamental para mantener informada a la comunidad.
Pery Lechuga también jugó un papel vital en la vida social, cultural y política de León. Desempeñó un papel crucial en la lucha para evitar la construcción de una central nuclear en Valencia de Don Juan en la década de los setenta, una historia que plasmó en su libro “Coyanza. 1975” y compartió en el documental dirigido por su hijo.
A pesar de no haber estudiado periodismo, Pery ejerció la profesión con maestría. Se convirtió en un periodista que quería estar cerca de donde ocurrían los hechos, mirar a los ojos de los protagonistas y dar voz a aquellos que no la tenían. Su legado perdurará en la historia de Valencia de Don Juan y de toda la provincia de León, donde fue testigo de numerosos cambios y contribuyó a la prosperidad de la región.
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